La vida es un misterio que nos trasciende como seres humanos y nuestra naturaleza analítica y mental a menudo nos representa más que una ventaja una amenaza directa a nuestro grado de disfrute.
Nos hemos hecho a la idea de que las cosas "deberían ser" de cierta manera, cuando en realidad la mayoría de nuestros principios, leyes o reglas han sido inventadas por nosotros mismos. Han visto a un antílope quejarse porque lo persiguen los leones?
La vida existe mucho antes que la existenia de nuestra raza, nuestra mente y nuestros problemas y cuando algo no sale como lo esperamos o "debería ser" de inmediato reaccionamos con diversas emociones que denominamos negativas para tratar de controlar el mundo que vemos o sentimos.
A veces tienen que pasar muchas cosas para que nos demos cuenta que en realidad la vida no es justa. Lo cierto es que tampoco es injusta, porque este principio en realidad no existe. Sólo es parte de nuestra percepción. Incluso lo que puede ser justo para alguien puede ser injusto para otro. Es totalmente subjetivo
Lo único cierto es que el estado de ánimo y la actitud que ofrezcamos a la vida y sus eventos dictará la manera en que la vivimos. Y lamentablemente nuestras historias, nuestras creencias y nuestro pasado terminan por dominar nuestra manera de tomar la vida y podemos caer en las trampas del ego:
1.- Catalogar el momento: nuestra mente tiende a evaluar todo lo que percibe y cuando algo pasa, de inmediato le pone nombre y apellido. Aquí entra normalmente la etiqueta de Bueno o Malo. En el momento en que algo es catalogado como malo se ejerce resistencia porque pensamos que sólo debemos "vivir lo bueno" cuando en realidad lo bueno o malo es totalmente subjetivo. Algo similar sucede con lo bueno. Porque cuando lo vivimos o lo tenemos de inmediato surge el miedo a perderlo.
2.- No aceptar la realidad: reaccionar con coraje o ira porque nuestras expectativas no son cumplidas, porque creemos que nuestras leyes, reglas o ideas son universalmente válidas. Este es el error más grave porque de inmediato nos predispone a remar contra corriente. A evitar que la vida fluya a esperar que los demás cambien sus conductas para que nosotros podamos ser felices.
2.- Vivir en el pasado: por su naturaleza nuestra mente prefiere amarrarse a lo que conoce que aventarse a lo que no conoce. No puede controlar lo desconocido por eso prefiere impedir que salgamos de nuestros vicios emocionales (tristeza, rencor, miedo)
3.- Vivir en el futuro: imaginar que cuando la situación cambie o algo pase entonces si podremos sentirnos bien. Condicionar nuestra felicidad a algo (objeto, actividad, circunstancia)
3.- Crear un problema: cuando algo sucede y detona dentro de nosotros la ira o el miedo por ejemplo sentimos que algo debemos hacer, pero no lo hacemos por más miedo o por alguna otra razón amarrada en nuestro ego. Ese es el problema real y no la situación que estás viviendo. Un problema es cuando te ciclas con una situación que no aceptas y cuando en vez de actuar simplemente creas conflicto.
3.- Sufrir: El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Cuando un animal se golpea, normalmente siente dolor pero no lo acarrea de por vida. La próxima vez que se encuentra el mismo obstáculo decide evitarlo pero no sufre durante meses por miedo a volvérselo a encontrar.
4.- Buscar soluciones externas: que cosa peor que esperar que cambie el mundo para sentirnos bien o que alguien se disculpe porque "nos lastimó". Nadie puede lastimarnos emocionalmente si nosotros no lo permitimos. Desgastamos demasiada energía tratado de cambiar al mundo, usémosla sabiamente.
La manera más sostenible para evitar vivir contra la vida es lograr vivir en el momento presente sin crear sufrimiento. Para que la vida fluya a través de nosotros y no se obstaculice. A toda acción corresponde una reacción y la misma fuerza que apliquemos sobre la vida será aplicada sobre nosotros mismos. Así que aquí algunos tips que pueden ayudar:
1.- Acepta el momento presente: no etiquetes el momento o bueno o malo. Puede ser cómodo o incómodo pero evita caer en la trampa. Esto no quiere decir que aceptes no hacer algo para mejorar tu situación. Simplemente quiere decir que no te engañes pensando en que no debería ser así. Es así y punto.
2.- Si sientes emociones negativas obsérvalas: evita etiquetarlas o analizarlas, sólamente enfócate en ellas. Deja que te enseñen más sobre ti. Dale toda la atención a esa emoción sin pensar si es buena o mala. Sólo permítete observarla y nota como hay resistencia dentro de tí para aceptar la vida.
3.- Actúa en consecuencia: si sientes que algo tienes que hacer para mejorar tu situación hazlo. Lo importante es que esto nazca de algo propositivo y no sólo de resistencia. Atrévete a aceptar el momento presente y permítete vivirlo ya que nunca más volverá a estar allí contigo
4.- Ejercita vivir el momento presente: cuando te des cuenta que estás capturado en alguna trampa del ego (vivir en el pasado o futuro) realiza alguna actividad que te regrese al momento presente (música, ejercicio, meditar, jugar, ...). En realidad en este momento no tienes ningún problema!!! todos han sido fabricados por tu mente por algo que no quieres volver a vivir o algo que crees que debes hacer o que deberías conseguir. Pero ahora mismo todo está bien
5.- Aprecia la vida: sabes cual es la probabilidad de que en este preciso momento, de todo el universo, sus galaxias, sistemas y planetas estés vivo? Cual es la probabilidad de que estés en este momento respirando y leyendo estas letras? Si te atreves a quitarle a tus experiencias de vida el título de bueno o malo te darás cuenta que es mucho mejor vivir algo que vivir nada.
Se que todo esto suena más fácil al escribirlo que vivirlo pero tengamos empatía con nosotros mismos. Muchos años nos ha tomado aprender cómo cerrarnos a la abundancia de la vida así que el tiempo que nos pasemos desaprendiendo será un gran regalo.
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