Otra vez yo

Sí, estoy de vuelta. Y conste que nada tuvo que ver la andanada de carrilla por el rolman y por altair por no contribuir a este blog.
Continúo con el tema de la paradoja de que en este mundo tan comunicado existan personas tan solitarias y aisladas. Incluso más que en otras épocas de esto que llamamos civilización.

Basta con mirar a nuestro alrededor y ver cómo son nuestros ambientes de trabajo (casi siempre frente a un monitor, en un teléfono o ante una cámara de video integrada a nuestos dispositivos, como el blackberry que comentaba Rolman que no podrá utilizar Obama), nuestro entretenimiento (consolas, PC's, dispositivos móviles), nuestra forma de relacionarnos con los demás (facebook, hi5), nuestra forma de hacer negocios (amazon, de remate.com), e incluso nuestra manera de mantenernos informados (¿saben que la mayor parte de las revistas en US ya no se piensan imprimir para el año siguiente?). Y al mismo tiempo vemos que fenómenos como la depresión, los conflictos laborales, las balaceras en las escuelas y en general los sucesos que nos hacen pensar que como seres humanos vamos en retroceso.
Ojo que aquí no quiero sacar ninguna conclusión. Solamente invitar a que seamos conscientes, volteemos a nuestro alrededor y nos demos cuenta que la tecnología por sí misma no es la solución a todos nuestros males. Son herramientas muy útiles, pero que siempre terminan por ser contraproducentes si no ponemos al ser humano como su principal beneficiario.
¿Cuántas veces no hemos visto personas que invierten más tiempo del día en mandar mensajitos por el celular, chatear o mantener un contacto con una herramienta tecnológica en lugar de tener una buena y sabrosa conversación con el individuo al que llaman su familia o su amigo del alma?, ¿cuánto tiempo en ocasiones nos evadimos en nuestra computadora y lo intercambiamos por tiempo de calidad en la sobremesa o simplemente enterándonos qué es lo que hizo nuestra pareja en el día o qué piensa de que se haya perdido una araña en la estación espacial?.
Es solo una reflexión que se propone, sin ánimo de sacar ninguna conclusión sino solamente de utilizar esa parte que la naturaleza nos brindó y evitar que se atrofie por exceso de tecnología.